Yo ya no me preocupo. Sé como termina esta historia, por que
comenzó igual que las anteriores.
Mágico, tú eres perfecto y yo me dejo llevar, me ciego por
tu mirada que parece única. Poco a poco me ilusiono y comienzo a edificar
castillos en el aire con todo lujo de detalles comenzando por el tejado. Pero
tú de golpe derribas mis paredes y me cortas las alas. Pasas de un “te quiero”
a un “como amigos” ¿y yo, pobre de mí que hago yo? Me callo, agacho la cabeza y
asimilo, lo asumo y me preparo a volver a la zona de amigos. Cambio mi forma de
verte, de acariciarte, de sonreírte, todo y reprimo cada vez más mis ganas de
besarte. Porque si algo tengo claro es que jamás me verás suplicar tu amor,
nunca mendigare por tu cariño. Y así nos embarcamos en una amistad nueva, pero
cuando se le puede llamar amistad por fin y yo me olvido de que tú eras algo
más, me echas de menos. En ese momento el mismo proceso se repite con otro
intento de príncipe azul que no llega a pitufo. Ahí es cuando tú te das cuenta
de que yo soy especial. Hasta que llegues a esta conclusión puede pasar una
semana, un mes, un año, o incluso más, la cuestión es que llegarás a ella. Y
cuando vuelves arrastrándote a por mí,
pierdes tu encanto, tu chispa de chico imposible y decido desterrarte al desierto
de la amistad o dejar que babees disfrutando de ti mientras busco a otro a
quién querer. Esto es sencillo, a mí o me das ya lo que quiero o no me lo das,
pero no tengo paciencia para esperarte ni a ti ni a ninguno como tú y cuando
regresas si consigues regresar antes de que yo derrumbe tu castillo, no
conseguirás más que ser mi juguete. Ese viejo juguete al que acudes cuando no
tienes otro mejor con el que pasar la tarde pero que rechazas sin dudarlo
cuando aparece uno más nuevo. Te conviertes en una mera distracción y cuando
tenga algo mejor o de igual valor te dejaré de hacer caso y seré yo la que diga
“como amigos”.
En definitiva, yo ya no me preocupo por que sé que como
todos tú volverás, no serás una excepción. Así que piénsatelo dos veces antes de
estar con alguien como yo. No soy buena para ti, ni para nadie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario