martes, 3 de marzo de 2015

Me extrañarás.

Y ahora que ya me has liberado, ahora que ya no estás, créeme cunado te digo que me extrañarás.
Extrañarás mi pelo haciéndote cosquillas en la cara por las mañanas, cuando los furtivos rayos del sol se cuelen entre los huecos de tu persiana.
Extrañarás mis ojos verdes con la luz, mirándote impasibles, llenos de amor esperando tu mirada. Extrañarás mi piel blanca y lisa después de hacer el amor, extrañarás ese momento en el que tus manos suavemente acariciaban mi espalda.
Extrañarás mi boca, mi boca será lo que más extrañarás, ¡ay cuanto extrañarás mi boca sobre tu piel! recorriendo tu cuerpo, mis labios sobre los tuyos, en tus manos cuando hace frío, besándote las heridas.
Extrañarás también mi cuello impregnado con el olor a tu colonia, lleno de lunares, repleto de terminaciones nerviosas y con demasiados huecos que aún esperan tus besos.
Extrañarás mis manos sobre tu pecho recorriéndolo y dibujando corazones, mientras te abrazo, cuando te tocan. También extrañarás mis fríos pies y calentarlos en las noches oscuras.
Extrañarás mi cuerpo bajo el tuyo, sintiéndonos cada poro de la piel.
Extrañarás mi risa, extrañarás mi sonrisa, extrañarás que llegue a casa siempre alegre y te haga sentir mejor. Extrañarás incluso mis enfados, mis caprichos, mi bipolaridad.
Extrañarás la forma en la que te miraba, cuando por las mañanas aún con los ojos pegados me quedaba ahí solo viendo como respirabas.
Extrañarás mi simple presencia cuando yo ya no esté, el echo de no tenerme a tu lado te devorará en algún momento, porque me extrañarás. Ya me empiezas a extrañar y aún no lo sabes...