Todos tenemos derechos y para disfrutar de ellos antes
tenemos una serie de deberes que cumplir. Entre nuestros derechos está el de
manifestarnos o el de huelga, pero no está entre nuestros deberes.
Yo como ciudadana puedo manifestar libremente mis ideas, al
igual que tengo derecho a no hacerlo si no me conviene o no creo que deba
hacerlo. Por lo tanto tengo derecho a asistir a una huelga si creo en ella y
nadie puede prohibírmelo. Pero también tengo derecho a no hacerla, ya sea
porque no creo en ella lo suficiente como para renunciar a un porcentaje de mi
sueldo o simplemente por que no comparto las ideas que la promueven. Dicho esto
también tengo el deber de respetar a quién decide hacer huelga aunque no
comparta sus ideales y ojo, aquí es a donde quería llegar, todo el mundo debe
respetar mi decisión de acudir ya sea a mi centro de estudios o a mi lugar de
trabajo si esa es mi voluntad. Cada uno elegimos lo que más nos conviene, lo
que menos nos afecta o en lo que creemos más y a la vez respetamos lo que los
demás eligen aunque no sea la elección que nosotros hemos tomado.
Así dejo clara mi postura hacia esa gente que no respeta las
decisiones de muchas personas y que a su vez dicen que no se respetan las
suyas. Respetemos los derechos de los demás disfrutando de los nuestros y
cumplamos nuestros deberes dejando que los demás cumplan con los suyos.
Analicemos bien la mítica frase de “No hagas a los demás lo que no te gustaría
que te hicieran” y aprendamos a escuchar a los demás si después nosotros
queremos ser escuchados.
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