sábado, 5 de mayo de 2012

Lo que no sabe y nunca se atrevió a preguntar sobre los padres-moscas.


Querido  lector o lectora; seguro que alguna vez ha deseado librarse de sus padres como lo haría de una simple mosca. Yo también y hoy les resumiré muy resumido lo que se parece una “especie” a otra ya que aunque no se aprecie a simple vista es más de lo que parece.
¿Cuántas veces ha llegado usted a casa cansado,  destrozado y sin pensarlo dos veces se despoja de todo lo que lleva encima tirándolo y a la vez aunque no se aprecie ordenándolo artísticamente  en el suelo de su habitación y se deja caer cual muerto por herida de bala en la cama? Seguro que esa misma mañana, temprano (o relativamente temprano) abran la puerta despacio y comienzan a invadir su espacio. Cuando menos se lo espera comienzan a hacer un ruido tan insoportable como el revoloteo de una mosca esas mañanas de verano en las que se cuelan por una ventana y zumban en su oído hasta que cede y se levanta a duras penas. Pero la cosa no acaba aquí, ven el desorden (que para usted siempre será como una pequeña mota de polvo) de su habitación y sus ojos comienzan a tornarse a un color rojizo y parecen multiplicarse, exactamente como los de las moscas. Creen que por ese pequeño percance todo el desorden de su casa lo ha provocado usted, en este caso un buen consejo de escritor a lector seria que mirara al suelo y limpiara y ordenara su cuarto antes de que la cosa se  vuelva más hostil. A veces (la gran mayoría no) son ellos los que desordenan y como las moscas después de revolcarse en porquería posan sus patitas en cualquier lugar.
También están las famosísimas charlas de fin inalcanzable. Son incansables igual que el vuelo de las moscas cuando intenta concentrarse o dormirse.
Por último pero no menos importante, en el tema culinario, estas dos especies también tienen cosas en común. Todos sabemos lo que comen las moscas, pues sus padres parecen cocinar prácticamente lo mismo (aunque visto desde un lado objetivo sea lo más sano). ¿Quién puede tragarse esa crema de verduras? Yo no, prefiero no comer a introducir en mi boca ese mejunje verdoso.
Y lo peor de todo, es que, a una mosca usted puede matarla con un matamoscas, con una revista, un periódico, un zapato o cazarla y aplastarla, cerrar las persianas y ventanas, poner mosquiteras en cualquier rendija de su domicilio o incluso impregnar su casa con un potente insecticida, pero a los padres no, a sus padres-moscas tendrá que aguantaros, y no 24 horas que es lo que comúnmente dura una mosca, a sus padres los tendrá revoloteando detrás de su oreja toda la vida.



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