miércoles, 12 de octubre de 2011

Desátame o apriétame más fuerte.

No te enteras, no te quieres dar cuenta de todo lo que daría por ti, por mí, por nosotros, por esto que tenemos se llame como se llame. Me tienes como segundo plato sin tener un primero. Yo estaría dispuesta a sacrificarlo todo por ti, comería de tu mano si me lo pidieras, pero tú no lo haces, prefieres atar una cuerda a mi cuello que aflojas continuamente porque sabes de sobra que me tienes y me tendrás siempre ahí, amarrada. Solo tiras de ella cuando ves que me escapo y dejas de dar vueltas en mi cabeza a todas horas.
Tú ni comes ni dejas comer y no te percatas de que cada día yo muero más de hambre. Esa cuerda atada a mi cuello con la que me ahogas cuando me echas de menos se está estirando de tal manera que algún día por mucho que tires de ella yo ya no estaré. Estás perdiendo el tiempo y reitero, no quieres darte cuenta.
Lo peor de todo esto es que sigo estando loca por ti, aunque diga que ya no te quiero, que nunca más volveré a caer en tu enfermizo juego, siempre lo hago por mucho daño que me hagas. Busco en otros lo que solo encuentro en ti, lo que solo tú tienes, pero ellos carecen de todas tus cualidades, eres tan único, tan perfecto, tan hecho para mí y a la vez tienes todo lo que odio y creo que eso me atrae incluso más.
Mi paciencia se agota, así que dime de una vez que quieres de mi. Dime que quieres y puedes tener conmigo, porque esta espera en punto muerto me mata y no puedo continuar así. Desátame o apriétame más fuerte.



No hay comentarios:

Publicar un comentario