miércoles, 17 de agosto de 2011

¿Esto es un adiós?...

Mañanas de sueño reparador después de desenfrenadas noches. Tardes esperando verte pasar, seguidas de noches anhelando de nuevo tu compañía hasta que la mañana vuelva a teñir el cielo de un azul claro y el frío se apodere de mi cuerpo, que buscará desesperadamente tu abrazo para entrar en calor. Y así transcurren los días, soñando contigo, respirandote, sintiendo tu cuerpo cada anochecer, tus labios besando los míos, mientras tus ojos se clavan en mi. Lo que daría por tenerte amarrado a mi vida hasta que mi cuerpo ya inerte se desplomara. Y aunque así fuera moriría feliz por hacerlo a tu lado, por saber que me has querido, por haberte sentido, por haber inhalado tu fragancia una última vez, por haber muerto con un beso de tu boca, y con una sonrisa en tus labios que delatará lo que todos esperamos, que más allá nos volvamos a ver. Pero nada es así, la maldita distancia nos separa antes de haber dicho basta, antes de habernos saciado de amor, antes de que mi boca este llena de la tuya. No quiero despedirme, solo quiero volver a sentirte y el único consuelo que tengo que más parece, que a mal de muchos, consuelo de tontos, me alivio repitiendome a mi misma que una despedida siempre es necesaria para un reencuentro. Pero, ¿y si este no se hace efectivo?
Ya no sé hacia donde caminar, perdí tu rastro como un viejo sabueso sin olfato, pero tampoco sé ya  como recuperar mi vida anterior, no sé como volver al hogar y olvidarme de ti y de tu historia así que no lo haré, te recordaré siempre y soñaré con el momento en que tu cuerpo y el mio vuelvan a fundirse en uno.




No hay comentarios:

Publicar un comentario